Vivir sin sentir sería un sinsentido.

Vivir sin sentir sería un sinsentido.
The flower that blooms last is the most rare and beautiful of all.

Wednesday 23 December 2015

Fuera.

Me convencieron. 
Para ser buena, para ser damisela, para ser dócil, para ser fiel. Se escribió una novela a mi nombre, con furioso encono, como si el guión de mi existencia emetizase malogros ajenos. Me dejé arrastrar, cual hoja marchita y quebradiza, embebida por el agujero negro de un lienzo en blanco. Lienzo cuyos bocetos yacían sobre la mesa de la opresión y el qué dirán. Sé esposa, sé madre, sé obediente. Sé atractiva pero con decoro, no vaya a ser que te busques problemas. Sé doncella, sé niña, sé mansa. Cárgate de la grava bajo la cual te enterraremos con nuestros lastres. Déjate llevar. Déjate guiar. Déjate hacer. Déjate construir.

Déjate.

Mas, ¿y si me resisto? ¿Y si resquebrajo ese lienzo? Ese lienzo suyo y sólo suyo, de quienes se vieron en el derecho de supeditarme a una inferioridad autoimpuesta. ¿Y si calcino sus ridículos bocetos? ¿Y si yo misma sucumbo a la ignición de quien alcanza el fin del bucle? Pues, ¡pobres de quienes tatúen bajo mi piel aquellas palabras que jamás saldrán de mis labios! Pobres, erigiendo una senda que yo misma derrocaré con la imperecedera fuerza que empuja mis pasos. Y es que hoy mis cicatrices me embellecen y la luz de mis ojos no podría cegar más. Hoy soy todo incandescencia, pues reverberan mis latidos con un nuevo renacer. Ay, vida mía, mi única compañera y fuente de amor infinito. Ay, tierno fulgor de quien contempla en el espejo lo más preciado de su existencia. Y es que hoy soy yo quien rompe con todo. Hoy soy yo quien le grita a la vida un pletórico te amo y, ¿por qué no? un me amo. Hoy resplandezco. Hoy decido. Hoy vivo. Hoy soy.

Addah Monoceros.

Friday 11 December 2015

Hielo.

Pasa la vida, a veces rauda, a veces tranquila. Y yo emulo sus andares en mis días de ton y de son, vislumbrando las lecciones como honrosos obsequios. Me gusta sentirme viva, aunque a menudo me abrume el término medio y salte de un extremo a otro sobre el drama más pueril (¿o senil?). Equivocarme si así lo requiere el sino, llorar cascadas tan infinitas como la risa que tintinea después. Lo cognitivo-conductual de la espontaneidad, el placebo del mañana y del quizás. Y es que hoy he perdido el ritmo; mi corazón bate a frecuencias raras, una extrasístole arrítmica y rebelde, que sin duda alguna ha aprendido de su dueña. Es el frío; sí, hoy sólo noto este frío álgido que repta por mi cuerpo. Inicia la travesía en los pies y asciende subrepticiamente hasta el alma. Y trasnocha en su interior cual transeúnte caprichoso. ¿Cuándo marchará? ¿Cuando me despojaré de su infame losa? Quizás mañana...

Quizás. 

Que luego mañana, como con toda maquinaria, pasan inspección. Y sólo encuentran amor, en sus múltiples e imperecederas formas. ¿Acaso puedo hacer otra cosa? ¿Acaso hay algo más que aprender? Cada uno me lo ha enseñado a su particular manera; profesores por doquier, que vienen y van, que dejan pedacitos de su lumbre en mi pequeña locomotora. Y, sin embargo, hoy uno me ha congelado el alma. 

Desiste, Hades. Hoy Persephone no baja contigo. 

Thursday 10 December 2015

Measureless.

And now I can see
That everything we used to be
Was fated.
My silvery teardrops got lost in your stream
Diving daringly, reluctant to wait,
Smelting into a swamping star,
Mirroring this newborn scar,
Of piercing gazes and salty strokes,
Of shattered virginal crumbs,
Of feeling close and still too far. 

And now I can see
That you concealed my raven eyes,
For I was drifting down a maze,
Where infant angels bawled nearby.
But even along such path,
Inside my aching, silent fright, 
I docked on inky pupils,
Which silently lurked out of sight.
Still when I endeavoured the beads
Blackness had nurtured,
We drank and drank, and laughed and cried.
So believe me when I say,
That, though nothing can be fixed,
My river keeps these tears safe,
In a vastness of auroras. 

Addah Monoceros.
©2006.

Tuesday 1 December 2015

Schnurren.

Die Katze geweint, geweint,
Mit Tränen Elend erscheint,
"Vermisse ich dich, mein Mädchen,
Was Liebe für mich geimeint".

Und so sang das Mädchen Mädchen,
Das Mädchen die Katze war,
Von goldenen kleinen Fädchen,
Verwandlung war jetzt denkbar. 

Deshalb träumt die Katze Katze,
Weil sie Hilfe braucht – auch Glück,
Aber sie ist nie ein Mädchen,
Sie kommen nicht mehr zurück. 
Addah Monoceros.
©2005.